Para empezar ya salimos mas tarde de lo normal, y llovía. Lo cual hizo que cada pedaleada significara un esfuerzo enorme, pero aun así completamos 18 km.
Todo iba bien, hasta llegar al final de la senda que cruzaba una carretera, donde luego teníamos 3 opciones para seguir circulando, una se moría en un molino que estaba cerrado, la otra por una trialera por la que acabamos tirándonos, y la última pasando un campo de fútbol y un prado para tener una extraña vista de Redondela.
Nos comimos un plátano y decidimos volver dándolo todo hasta llegar al coche, aparcado en Os Valos, las máquinas tenían una gruesa capa de barro, y nosotros estábamos cansados, pero con ganas de hacer el último tramo hasta el embalse de Eirás, para poder realizarlo algún día (espero que este año)de un tirón.
1 comentario:
Javy , pasame mi video y los hinchables del Celta para Sofía.
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